Discúlpenme si a alguien decepciono con estas palabras. Ya alguna vez me preguntaron cómo me siento de ser padre por primera vez y no atino a definirlo.
A veces lanzamos muchos adjetivos demasiado rápido. De alguna manera siento que el hecho es "fantástico", y diría esto en el sentido literal, cortazariano. Siento como si me hubiera salido un tercer brazo. Creo que es lo que mejor describe la sensación de mi recién nacida hija.
A cada momento compruebo que no estoy soñando. No entiendo lo que pasa, no dimensiono lo que implica su presencia. Pero, igual que si me hubiera surgido un tercer brazo -habiendo visto que se mueve- me queda claro que antes que nada, tengo que cuidar que no se me caiga.