Hace muchos años creía imposible que el agua pudiera embotellarse y venderse como un refresco. En esa época se decían cosas como "a nadie se le niega un vaso de agua".
Apuesto a que muy pronto los escritores venderán el conjunto de su obra escrita por adelantado, los artículos, los cuentos. Pero también el conjunto de su obra oral. Se venderán en paquete las ponencias, las conferencias de prensa y las clases; todo tendrá copyright, hasta las llamadas telefónicas.
Luego se venderá el conjunto de las ideas, desde la primera al levantarse, todo lo que piensen será propiedad de una editorial.